domingo, 27 de mayo de 2012

Lluvia

Llueve, hace un mes que la lluvia no ha dejado de caer.

La ciudad lentamente se ha teñido de gris, con sus edificios dormidos, y sus montañas despejadas, cargadas de nieve.

Mientras observo las calles vacías desde mi ventana pienso en los laberintos, en la fragilidad humana, en la irracionalidad de los sentimientos.

Pero sobre todo pienso en ti, en tus ojos, tu sonrisa y en cuanto me gustaría que estuvieras aquí, navegando conmigo en este mar de sábanas, mientras nos refugiamos de la lluvia, esta lluvia interminable tan cargada de nostalgia.

Escucho los carros pasar sobre el pavimento mojado y recuerdo lo aleatorio de los caminos de la vida, que me han llevado a estar aquí contemplando la ventana y a ti a estar flotando entre mis pensamientos.

Mañana seguramente seguirá lloviendo, y yo seguiré aquí, esperando sin esperar.

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